Museo León Trotsky

Graffiti... Conciliación con el espacio-público. Museo Casa León Trotsky

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A candy-coloured clown...

...they call the Sandman...
All right! Let's hit the fuckin' road!

blue velvet

Ricas Carnitas, 2003.

Nueva expedición al mismo laberinto

Me parece que por influjo estético del autor, el asunto de la otredad sexual no sólo está engrosado con base en una carga de índole lírica, sino incluso está sugiriendo a través de la técnica un nuevo hilo de Ariadna.

Asimismo tengo que en dicha colección, tanto el reflejo psicológico, como el juego erótico, emblematizan al cuerpo femenino como ser único y fundacional, como un ser intenso y lívido.

Y así, para apreciar su sustancia, ese ente sexuado se nos revela en un estado limítrofe. En otras palabras, entre el punto medio de los opuestos, entre la luz y la oscuridad, se dibuja y se desdibuja, a su justa medida, la mujer; que a la cual de alguna manera el mismo contraste y movimiento en que está inmersa permite atraparle instantes de presencias, de fuerzas y de un sutil resquebrajamiento.

Además creo que esta propuesta no exhibe las figuras como propiamente fenómenos anormales, ni son tampoco lo que podrían ser simples muecas humanas, sino, más que representar, manifiestan a penas con esas fluctuantes oscuras y mordaces formas e inclinaciones el lado valioso de los mejores sentimientos y deseos masculinos, rompiendo con lo dicho evidentemente prejuicios; pues así sea aquélla una puta, una luchadora, etc., el ente está dotado de lo que bien podría valer y recobrar sentido en la humanidad.

Me parece entonces que estas imágenes, si no están lisiadas o abiertas, sí están retorcidas o semiensortijadas en sí mismas, inusitando una insólita belleza.

Por último tengo que además el cuerpo femenino bajo el rubro de "Ricas Carnitas" y como objeto sexual, en estas representaciones como el otro, en sus varias formas, y aunque la propuesta aparentemente pide del receptor una lectura sencilla, impera una desacostumbrada recepción de profundidad, de intensidad, de inclinación y de sensualidad compartida.

Anjel Acosta.

Ciudad de México, 2005.

—En esta expo fue grato encontrarme con una mujer que se acercó a mi diciendome que la expo era exacta con el título, por la sobre explotación del cuerpo femenino en los medios de comunicación, agarró bien la onda, otros si se sacaron de onda.

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