
Cuando empiezas a envidiar a la mujer de alguien, y resuena en tu cerebro: ♪—soooooy un peeerdidoooorrr—♪ Eso significa 2 cosas, que ya es tiempo o de cambiar de mujer o de conseguirte una. Y cuando ya has sobrepasado la envidia, te das cuenta de que esa mujer es para el (suyadel) le pertenece, toda ella, aunque la maltrate, algo tendrá él que vale la pena ¿no? ¿Esa es la delgada línea que divide a los perdedores?
Los hombres deben ser así o dedicarse a otra cosa
—¿A qué cosa?
Olvidalo
Hasta el viento tiene miedo, Mex. 1968
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